Descanso (魂鎮め, Tamashizume) es el trigésimo octavo capítulo del manga InuYasha y el décimo y último capítulo del Volumen 4.
Argumento[]
Kagome viaja sobre la espalda de Inuyasha persiguiendo a Tatarimokke, quien lleva a Mayu al infierno, mientras piensa en cómo poder hacer que Mayu consiga el descanso eterno. Kagome sigue pensando en una manera de calmar el espíritu de Mayu y observa que Tatarimokke súbitamente baja.
Mayu se encuentra en un lugar obscuro, sin saber donde está, hasta que se encuentra con un haz de luz al que se acerca, las cadenas de Tatarimokke la detienen y esa luz se convierte en el incendio que había acabado con su vida. Inuyasha y Kagome mientras tanto llegan a las afueras de su departamento donde suponen que aterrizó Tatarimokke. Kagome entra al departamento y un feroz incendio le impide el paso. Inuyasha le pregunta a Kagome si Mayu murió quemada y Kagome responde que fue en un incendio, Inuyasha recuerda que Myoga había dicho que Tatarimokke lleva a los espíritus al lugar y circunstancias de su muerte para luego enviarlos al Infierno. Los ojos de Tatarimokke, completamente abiertos, aparecen en la habitación y capturan a Kagome lanzando cadenas, Inuyasha intenta cortarlas con Colmillo de Acero, pero desaparecen junto con Kagome antes de que pudiese hacerlo.
La Señora Ikeda en el Hospital piensa en el momento en que vio el espíritu de Mayu, vestida como el día en que murió y la enfermera la interrumpe para decirle que su hijo había despertado, muy alegre porque su hijo había despertado de un coma de seis meses la señora Ikeda abraza a Satoru, pero él con poca fuerza le dice que vaya a rescatar también a su hermana Mayu que está escondida en el armario.
Mayu, perdida en las llamas acepta que ya está muerta y que nadie irá a salvarla, pero llega Kagome preguntando desesperadamente donde está, Mayu se asoma y Kagome puede verla, por lo que intenta rescatarla. Mayu se niega rotundamente, diciendo que ya está muerta y que no hay lugar al qué ir, el suelo del departamento comienza a desmoronarse y Mayu es arrastrada por las cadenas, Kagome la toma de la mano y se resiste a que se lleven a Mayu, mientras Tatarimokke dice que debe ir al infierno. Kagome sostiene a Mayu y no la deja caer diciendo que deben volver a su casa, con su madre, estas palabras motivan a Mayu quien esquivamente pregunta si su madre no está enojada, Kagome le dice a Mayu que cree que su madre realmente la ama y si quiere volver a verla debe volver, Mayu comienza a llorar y reconoce que quiere volver a ver a su madre, inmediatamente las cadenas se rompen y Kagome rescata a Mayu, que repite una y otra vez que quiere reencontrarse con su madre, la Señora Ikeda llega al departamento y se encuentra con el espíritu de su hija mientras Kagome e Inuyasha permanecen escondidos, Mayu se despide de su madre y le pide disculpas. Kagome se alegra de que las cosas pasen como debían e Inuyasha se sorprende de que Kagome haya logrado calmar a un fantasma. Inuyasha le reprocha a Kagome el hacer arriesgado su vida por salvar a un fantasma a costa de casi entrar al infierno.
Sota le dice a su hermana que Satoru pronto saldría del hospital y que la señora Ikeda le había pedido darle gracias. Kagome siente un ruido y se asoma a la ventana, donde ve a Mayu con un nuevo vestido adornado con pescados dorados que pasa a saludarla. Mayu explica que su madre lo hizo para ella y se despide, volviendo con Tatarimokke, esta vez con los ojos cerrados yKagome piensa que ella sólo era una niña que amaba a su madre.
Apariciones[]
Personajes[]
Objetos[]
Lugares[]
- Hospital
- Departamento Ikeda
- Infierno (Primera aparición)
Correspondencia con el Anime[]
Este episodio corresponde totalmente a la parte final del episodio 12.