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Monje delincuente (不良法師, Furyō Hōshi) es el quincuagésimo primer capítulo del manga InuYasha y el tercer capítulo del Volumen 6.

Argumento[]

En el interior del palacio un señor y su sirviente discutían sobre dejar entrar o no a un monje. El señor le dice que no hay problema con que entre con la condición de que no debe fallar, ya que de hacerlo sería expulsado del lugar de una manera poco usual. El sirviente informa al monje que pude entrar y explica que si falla en realizar el exorcismo no recibirá ni siquiera un plato de arroz. El señor explica al monje que su hija hubo colapsado hace tres meses y habían intentado curarla con todo tipo de medicina, pero como éstas no dieron resultado recurrió a la fe en buda como última esperanza. El monje observa una gran cantidad de artículos valiosos y reliquias, lo que le sorprende al estar en tiempo de guerra y hambre, por lo que deduce que alguna de esas posesiones debe tener malos deseos contra el terrateniente. El señor informa a su hija que el monje llegó para sanarla y el monje encuentra hinchada la cara de la señorita -su padre explica que es su rostro natural- y percibe algo raro en una estatua de amida. El señor explica que aquella imagen de buda fue obtenida de un hombre noble que quedó en banca rota. El monje mira fijamente a la estatua y confirma sus sospechas, pidiendo al terrateniente que el lugar sea desocupado por completo, advirtiendo que no importa qué clase de ruidos oiga, no debe entrar por ningún motivo. El monje encara a la estatua y le dice que si abandona el lugar pacíficamente mostrará misericordia y se apiadará, la estatua comienza a tomar forma demoníaca y el monje le pregunta si no quiere escuchar razones. Una comadreja sale de la estatua y ataca al monje quien nota que posee un peculiar brillo en su frente. El monje descubre que es un fragmento de la Perla de Shikon y derrota a la comadreja tomando su fragmento usando su Shakujou, desde afuera los residentes del palacio oyen gritos de una bestia y se preguntan qué pasa. El sirviente del palacio pregunta a su señor si puede mirar, pero el terrateniente lo prohíbe, asegurando que el monje le había dicho que no debían interrumpir el exorcismo. El sirviente aún con curiosidad dice que suena como si estuviese cazando algo en el interior de la casa. El terrateniente entra al palacio y ve a la comadreja derrotada, su hija explica que eso era lo que se alimentaba de su alma. El terrateniente pregunta por el monje y la doncella sonrojada le dice que se marchó sin decir su nombre y con mucho estilo. Uno de los guardias informa al terrateniente que han sido robados y que el monje escapó con todas las reliquias y los caballos. Mientras tanto el monje pensaba dónde podría vender tanta mercancía.

Shippo le pregunta a Kagome si no nota extraño a Inuyasha, ya que no parece ser él mismo. Shippo golpea a Inuyasha y éste responde diciendo que está pensando en muchas cosas -Shippo deduce que es por eso que actúa extraño-. Shippo molesta a Inuyasha y le recuerda si quiere seguir recolectando los fragmentos de la perla de Shikon. Inuyasha piensa que no sabe si quiere continuar con su búsqueda, ya que no tiene la certeza de que su corazón se haga más fuerte, incluso si reúne todos los fragmentos y se convierte en un demonio completo, no sabrá si podrá olvidar a Kikyo o dejar de atormentarse por sus pensamientos.

El monje refunfuñaba en un baño termal que los tipos de la tienda le habían pagado una miseria por los objetos que llevaba y de todo el botín sólo le quedaba el fragmento de la Perla los que eran difíciles de recolectar. El monje siente la voz de una mujer y se sorprende al enterarse de que hay más personas en ese lugar. Kagome comienza a bañarse desnuda en las aguas termales con los fragmentos de la perla en un collar, el monje ve a la muchacha y su enorme fragmento de la perla, Kagome llama a Inuyasha, quien no le hace caso por desinterés mientras el monje se propone no mirar a Kagome. Kagome piensa que no luce tan bien como Kikyo, pero a pesar de eso no sabe cómo realmente lucía. Shippo se desnuda y se dirige al agua, Inuyasha lo detiene, pero Shippo no entiende y lo invita a bañarse junto a él y Kagome. Shippo le pregunta a Inuyasha por qué cada vez que se baña Kagome él no la acompaña si es más divertido cuando todos se bañan juntos y recuerda que cuando su madre y padre estaban vivos solían bañarse juntos todo el tiempo. Inuyasha le explica que es sólo un niño y no entendería las razones, pero Shippo le responde que cree que cada vez se está alejando más de Kagome. Kagome se relaja en el baño termal y luego grita, Inuyasha y Shippo acuden a ver lo sucedido, pero Kagome golpea a Inuyasha con una piedra y dice que sólo era un mono. El monje ve que la muchacha viaja acompañada, así que se decepciona, ya que no quería recurrir a la violencia.

El monje golpea fuertemente a un mapache, quien dice que no le pida una cosa así, pero Miroku, el monje, dice que le pagará una recompensa.

Kagome le pregunta a Inuyasha cuánto tiempo más va a seguir enojado por eso, considerando que es natural que si la ve desnuda ella debe golpearlo, así que debería tomarlo como un favor, Inuyasha asegura que no vio nada, pero Kagome no cree, Shippo se desliga del problema. Miroku y el mapache Hachi ven desde un risco aparecer a Kagome en bicicleta, repasando su plan de atacarla. Hachi se sorprende de que Miroku le pida algo así, ya que frecuentemente sólo con su mano derecha es capaz de resolver un problema así. Miroku le recuerda que si usa su mano derecha todos morirán.

Apariciones[]

Personajes[]

Lugares[]

Objetos[]

Correspondencia con el Anime[]

Este capítulo corresponde totalmente a la primera mitad del episodio 16.

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