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Deidad de Agua (水神, Suijin) es el nonagésimo quinto capítulo del manga InuYasha y el séptimo capítulo del Volumen 10.

Argumento[]

Kagome mira desde la cima de una colina mientras el resto del grupo descansa. Busca el Castillo Hitomi y dice que a pesar de ser algo tan grande aún no lo pueden encontrar, lo que no es raro, ya que no tienen ninguna pista. Inuyasha le pregunta a Sango si realmente no puede recordar nada del castillo donde Naraku le tendió una trampa, Sango responde que si recrdara ya habría ido a por la cabeza de Naraku. Miroku sugiere que se rindan de buscar el castillo y reúnan más fragmentos, ya que a medida que más fragmentos de la Perla de Shikon, Naraku eventualmente irá a por ellos. Miroku consulta a Sango si le parece bien esa decisión por el tema de su venganza y le dice que comprende sus sentimientos, Sango armoniza con el monje, pero descubre que es sólo una escena para permitirle acariciarla, Kagome e Inuyasha comentan que el monje pervertido se le acercó a Sango y ella tendrá que tener cuidado.

En una aldea, un grupo de aldeanos lleva un Palanquín de Sacrificio comentando que la inundación reciente fue catastrófica, uno de los aldeanos pregunta qué niño es esta vez y otro responde que es el hijo del Patriarca, como indicó la flecha de la Deidad del Agua, los aldeanos comentan que casi todos los niños de la aldea han sido sacrificados. El grupo de Inuyasha escucha los murmullos de los aldeanos e intentan detener el sacrificio, mientras el patriarca asegura que entregan a sus hijos para proteger a los aldeanos de la maldición de la Deidad del Agua. Inuyasha detiene la caravana diciendo que el que llaman Deidad del Agua es un Yokai raro, los aldeanos se alarman, pero Miroku los calma preguntando si le permiten apaciguar a esa deidad, uno de los aldeanos se alegra y le pregunta si realmente puede hacerlo, pero el patriarca desconfía diciendo que el grupo de Inuyasha son estafadores en buenas ropas, uno de los aldeanos aconseja al patriarca al menos dejar hablar al monje. El patriarca explica al grupo que confiar en el monje podría desatar la ira de la deidad y la aldea sería completamente destruida y si no fuera por eso, ahora no sería el turno de su hijo y que todo lo que puede hacer es orar, el patriarca explica llorando que no puede ver a los niños de la aldea directamente a la cara. Un niño enmascarado se asoma desde el palanquín de sacrificio y Kagome lo ve, pero el patriarca cambia de estado de ánimo y ordena a los aldeanos que lleven al niño al Templo de Suijin antes de que acabe el día.

Sango comenta que el jefe de la aldea se ve sospechoso, ya que parece ansioso de sacrificar a su propio hijo, Miroku reconoce que es un problema. Kagome dice que podrá sonar extraño, pero dentro del palanquín había algo raro. Sango explica que era una máscara, Miroku complementa diciendo que es una máscara de ceremonia de sacrificio, Inuyasha pregunta a su grupo qué harán, dejar al niño sólo o ir a rescatarlo. Un niño aparece escondido bajo unas telas, Inuyasha lo descubre y le pregunta quién es y por qué los ha estado siguiendo, el niño deja caer una gran cantidad de tesoros y asegura que se los regala. Miroku examina uno de los tesoros y dice que pueden venderse a un buen precio. El niño dice que los está contratando para exterminar a la deidad del agua por él, el grupo se sorprende e Inuyasha golpea en la cabeza al niño. Kagome regaña a Inuyasha por golpear al niño, Inuyasha replica que no debe hacer un escándalo por eso mientras Shippo explica al niño que aunque se disculpe, Inuyasha tiene la mentalidad de un niño.

En un puerto de la aldea, llega un barco, los aldeanos comentan que la Deidad del Agua ya viene a recogerlo. El niño explica al grupo de Inuyasha que el barco que recoge al sacrificio lo lleva hasta el templo, donde se encuentra la deidad y les pide que lo sigan para derrotar a la deidad en el lugar donde se come al sacrificio. El grupo de Inuyasha discute si está bien recibir la mercancía robada del muchacho. Kagome pregunta al niño quién es, pero el niño responde de manera agresiva y descortés sin dar su nombre por lo que Inuyasha lo golpea nuevamente y le hace ver que aún no deciden ayudarlo. El niño les dice que a menos que se apuren no solo el sacrificio, sino que también la aldea están en peligro, ya que el sacrificio es... Kagome deduce que el niño es el verdadero hijo del patriarca, el resto del grupo comparte la suposición de Kagome y afirman que su expresión y arrogancia se parecen. El niño explica que él es Taromaru, el hijo del patriarca, y que su padre pedía a los aldeanos sacrificar a sus hijos por el bien de la aldea, pero cuando le tocó sacrificar a su propio hijo lo escondió y tomó el hijo de uno de sus sirvientes como reemplazo, Inuyasha y Miroku afirman que es un hombre estúpido. Kagome pregunta a Taromaru si quiere salvar a ese niño y Taromaru reconoce que son amigos así que deben seguir el barco. Sango se pone su armadura y dice que luchará por su bien, tratando a Taromaru como su cliente, Miroku y los demás recuerdan que están ayudando personas. Inuyasha asegura que no sabe si es una deidad o un Yokai, pero no dejará que se coma a un niño

Apariciones[]

Personajes[]

Objetos[]

Lugares[]

Correspondencia con el Anime[]

Este capítulo corresponde completamente esencialmente a la primera mitad del episodio 27.

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